
Mostrando 4462 resultados
Registro de autoridadEntre las víctimas de la dictadura se cuentan cuatro sacerdotes asesinados: Miguel Woodward, Juan Alsina, Gerardo Poblete y André Jarlán. Otro, Antonio Llidó, engrosó las listas de los desaparecidos tras ser detenido por la DINA en 1974. Decenas de curas y monjas sufrieron tortura en centros de detención y centenares debieron abandonar el país con órdenes de expulsión.
Mientras todo esto ocurría, Hasbún se dedicaba a dar sus opiniones por las pantallas de canal 13, en las páginas de El Mercurio y en radio Agricultura. Desde allí apoyó y alentó a las fuerzas de seguridad y al régimen en general. También fue un ferviente defensor de Colonia Dignidad. El Informe Valech señala que “hubo testimonios que coincidieron en señalar que algunos detenidos por la DINA o la CNI fueron trasladados a la Colonia Dignidad. Ex detenidos la mencionan como centro de detención y tortura”.
Hasbún sostuvo en su oportunidad que Chile debía estar “agradecido” de la DINA, que el sufrimiento de Pinochet en Londres era similar al de Jesucristo y que el juez Garzón era un “sinvergüenza”. En una de sus últimas intervenciones en Canal 13, dijo que los socialistas son “intrínsecamente antipatrias” y “parásitos que profitan chupando la sangre ajena”.
Charles R. Harper fue un pastor presbiteriano y defensor de los derechos humanos nacido en Brasil en 1933. Tras formarse en EE. UU., trabajó en Francia apoyando causas sociales y más tarde, como director del Consejo Mundial de Iglesias en Ginebra, lideró el apoyo internacional a víctimas de la dictadura chilena y otras en América Latina.
A lo largo de su vida, Harper se involucró activamente en causas sociales y de justicia, desde el trabajo con inmigrantes argelinos en Francia durante la descolonización, hasta el apoyo a líderes eclesiásticos en África durante sus luchas por la independencia. Sin embargo, su mayor reconocimiento provino de su trabajo tras el golpe militar en Chile en 1973.
Su labor se centró en el acompañamiento ecuménico, la denuncia de violaciones a los derechos humanos y el apoyo a organizaciones locales. En 2010, fue condecorado por el gobierno chileno con la Orden de Bernardo O’Higgins. Falleció en Francia en 2011, dejando un legado de compromiso ético y espiritual con la justicia.