Según la Asociación Internacional Contra la Tortura (A.I.C.T.), el régimen de reclusión de los presos políticos en la Cárcel de Alta Seguridad no se ajusta a las normas mínimas para el tratamiento de reclusos, ni a lo dispuesto en la Declaración de Protección de Todas las Personas Contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanas o Degradantes, que estipula que la privación de libertad de los presos constituye "una forma de tortura". Según dicho organismo internacional, las condiciones al interior del recinto, cuyo Alcaide es Héctor Toro Burgos, no se ajustan al Reglamento de Establecimientos Penitenciarios y violan los derechos humanos de los internos. Diario El Siglo, 18.10.1994.